Se termina 2013 y todo indica que la maldita crisis sigue enquistada, no hay forma de deshacerse de ella, y encima nos intentan engañar dicièndonos que el año siguiente será mejor y que ya se ve luz al final del túnel, claro, claro...
El caso es que como la gente empieza a cansarse y movilizarse, muy poco todavía, los de arriba comienzan a sentirse intranquilos, se les mueve la poltrona y tienen miedo, y se les ha ocurrido cosernos a leyes que nos impidan protestar y mostrar nuestra disconformidad, que gran idea...