Un arte del movimiento y de la autoprotección, apto para todas las personas cuya práctica se adapta a la condición física de cada uno.
Es una realidad contrastada que la práctica continuada, va a generar cambios beneficiosos en el cuerpo y la mente del aikidoka entre los que pueden citarse los siguientes:
¿Qué recibiré a cambio de invertir dos horas semanales practicando este arte marcial...?
ÁMBITO BIOLÓGICO
Mejora la actividad de los sistemas cardiorrespiratorio, neuro-muscular y metabólico.
Fortalece y flexibiliza las articulaciones.
ÁMBITO FÍSICO
Mejora la coordinación, la flexibilidad, la resistencia, la agilidad, el equilibrio, la velocidad, los reflejos, etc.
La velocidad de percepción-reacción.
La agilidad y los reflejos.
Se adopta el tono muscular idóneo (ni rigidez, ni flacidez).
Se aprende a mantener la buena postura y a relajarse.
Se hace un uso más racional de la energía.
ÁMBITO TÉCNICO
Se automatizan las reacciones y los movimientos.
Aparecen las respuestas espontáneas, no pensadas.
Se ejerce el autocontrol de las propias acciones.
Utilizar la fuerza y los movimientos del adversario contra él mismo.
Defenderse con eficacia y sencillez contra todo tipo de ataques.
Moverse desde la fluidez y la armonía.
Se obtiene el mejor rendimiento con el mínimo esfuerzo, actuando de acuerdo a las leyes naturales.
Se sustituye la oposición por la integración, o fusión de energías.
Realizar los movimientos de acuerdo a las leyes naturales.
Sincronizar la respiración con la energía y el movimiento.
ÁMBITO MENTAL
Rapidez en la percepción de estímulos y toma de decisiones.
Se agudiza la atención y se aprende a mantener la concentración.
Se habitúa a ejercer el control mental.
Se ejercita la intuición y la conciencia sensorial.
ÁMBITO ANÍMICO
Se aprende a ser dueño de las emociones y los sentimientos
Se libera de las influencias negativas internas o externas.
Se fortalece la confianza en sí mismo.
ÁMBITO ESTRATÉGICO
Se aprende a adaptarse a todos los cambios previstos o no.
Se aprende a captar la globalidad e intencionalidad de las situaciones.
Aumenta la confianza en si mismo, por el conocimiento objetivo de las posibilidades y límites propios.
Se aprende a decidir con rapidez.
Se aprende a resolver los conflictos sin violencia.
Y todo ello mediante entrenamientos bien programados, y con todas las precauciones para evitar cualquier lesión.
¿Para qué sirve el Aikido en la vida cotidiana…?
Para conocer y respetar las leyes de la naturaleza y vivir en armonía con ellas.
Para ser más comprensivos y tolerantes con los demás. Saber ponerse en su lugar.
Para tener menos miedos y saber superarlos.
Para saber defenderme de todo tipo de agresiones, físicas, verbales, psicológicas, etc.
Para controlar mis impulsos y emociones.
Para hacer uso de los principios de la no resistencia.
Para emplear bien todos mis recursos y energías.
Para adaptarme sin grandes costos psicológicos a todas las circunstancias.
Para no ser víctima del estrés de la vida moderna.
Para saber vivir en el aquí y ahora, todos los días.
Para saber concentrarme en la tarea que realizo.
Para disfrutar de una mayor autoconfianza y asertividad.
Etc. etc.
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