viernes, 25 de noviembre de 2011

Crónica de la visita al Dojo de Ayegui

Otra crónica más, van dos esta semana y todavía me queda una, pero esa ya la dejaremos para la semana que viene, que tampoco es cuestión de saturar el blog xD.

El Viernes pasado tuve la oportunidad de practicar Aikido en Ayegui. Montamos una pequeña expedición con compañeros de Pamplona, Juan, los Javieres, Iñaki y un servidor, y nos trasladamos hasta tierra Estella para aprender y disfrutar.

Lo primero de todo dar las gracias a Sensei Txemi y a todos sus alumnos por recibirnos tan cordialmente y darnos la oportunidad de trabajar juntos durante un par de horas. Ni que decir tiene que son una gente estupenda, muy amable y que merece la pena que conozcáis, visitad el Dojo de Estella-Ayegui!!!

El complejo deportivo de Ayegui está muy bien, quedando la sala de práctica de Aikido en el primer piso. Como la sala es compartida con diferentes actividades, hay que montar y desmontar las planchas de tatami cada vez, pero entre todos se hace en un momento, y sirve de precalentamiento!

Como podréis observar en las fotos, el tatami es muy acogedor, y para los que eramos, más que suficiente.

He de reconocer que un nuevo Universo se abrió ante mi en Ayegui: Hanmi Handachi. Lo cierto es que lo había practicado una vez, creo que en mi estancia en El Vendrell con Sensei Serrano, pero esta forma seguía siendo todo una desconocida para mi. La trabajamos durante bastante rato, y he de decir que aunque agotado, disfrute mucho aprendiendo.

Llegando al final de la clase tuve un pequeño accidente ejecutando Aiki Otoshi, creo que se llamaba así, y tuve que dejar de practicar, pero como no hay mal que por bien no venga, tuve la oportunidad de capturar algunas secuencias del entrenamiento con mi cámara y así con ellas puedo ilustrar esta pequeña crónica.

Antes de terminar el entreno ocurrió algo fantástico, Sensei Txemi nos invitó a tumbarnos sobre el tatami como estuviéramos más cómodos, después puso música tradicional japonesa, concretamente creo que era flauta, y nos instó a centrarnos en nuestra respiración y visualizar el entrenamiento que acabamos de realizar, la sensación fue muy agradable, como de vacío, relajación total.

Antes de despedirnos y volver para Pamplona, tuvimos tiempo de disfrutar de una budo-birra en el bar de las instalaciones, donde aprovechamos para comentar la jugada, estrechar lazos e intercambiar anécdotas y experiencias.

Muchas gracias por dos horas de Aikido estupendas, espero poder volver a visitaros en un futuro próximo!


Fotografía propiedad de Francisco Javier Lasunción

6 comentarios:

  1. Estos son los bonitos recuerdos que luego alimentan la memoria de vuestro grupo y será relatado durante un par de budo-birras más, gracias por compartirlo.
    saludos
    carina

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  2. Que importantes son las budo-birras!
    Gracias Carina!

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  3. Animo guillermo y que las lesiones no te echen para atras...de todas maneras no hay dolor que no quiten un par de budo-birras...
    un saludo

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  4. Jejeje, fijate si no me hechan para atrás las lesiones, que esto fue el Viernes pasado y al día siguiente estaba en el entreno conjunto en el Adaka dándolo todo xD
    Un abrazo Coquiso!

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  5. Desde aiegi estamos enccantados d reciviros con los brazos abiertos para nosotros tambien es un placer y nos aporta muchisimo.k gusto entrenar con un grupo asi gracias!!!

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