Nueve años en esto del Aikido

Todo comenzó un 2 de febrero de 2010 y ya van nueve años...

El pasado sábado se cumplieron nueve años de mi caminata por el Aikido y aunque he errado, equivocándome y vagando, ambas dos, estoy convencido que aún me queda mucho por disfrutar de la senda del Aikido.

Este último año de caminata, el que ha ido conformando el octavo hasta llegar al noveno, ha sido quizás el más duro de todo el peregrinaje. Han sido muchas más las pérdidas que las ganancias, pérdidas irreemplazables que tardarán mucho tiempo en cicatrizar, si alguna vez lo hacen.

Decía que he vagado y mucho la verdad. Este año ha sido una especie de impás en el camino, con una larga desconexión de los tatamis que ahora trato de solventar poco a poco y no sin esfuerzo. Si he de agradecer el no haber desconectado del todo y perderme para siempre, gran parte del agradecimiento debería recaer sobre Sensei Azcárate, quien mantuvo una fe inquebrantable en mi retorno. Muchas gracias amigo por no aflojar ni por un segundo.

Pero lo importante es que sigo aquí, acompañado de todos vosotros, tanto lectores como compañeros de tatami, eso siempre es una gran noticia y un motivo por el que celebrar este noveno año que, a buen seguro, precederá al décimo.

Veo nevar por la ventana mientras escribo estas líneas. Le ha costado un poco al invierno dejarse ver por la vieja Iruña, sin embargo acaba llegando como siempre. No estoy muy inspirado en esta fría mañana de febrero, así que daré la entrada por finalizada, no sin antes acompañarla de una preciosa canción. Espero os guste. Muchas gracias a tod@s por seguir ahí.