sábado, 8 de junio de 2013

Las crónicas de Adrià (Episodio 20)

Esta semana pasada, saqué mi sombrero a pasear :) Y eso solo significa una cosa: Una gran aventura!

Esta vez, un día entre semana que todo el mudo tenía que trabajar y yo tenía libre, decidí ir a explorar una de las ciudades alrededor de Shanghai. Dicho y hecho, Me levante por la mañana y me planté en la estación de tren para comprar un billete dirección Suzhou (Suzhou está considerada la “Venecia” china… aun que tiene muchos canales es un poco exagerado llamarla así).

Salté al tren y recorrimos los casi doscientos kilómetros de distancia que separan ambas ciudades en menos de una hora ya que los trenes de alta velocidad se ponen a unos 260km/h (se tarda menos que cruzar Shanghai con el metro :D) Una vez allí, me encontré que estaba lloviendo muchísimo, eso no iba a pararme pero al menos tuve que comprar un paraguas. La idea principal era visitar la ciudad de norte a sur y más o menos hacer un circulo enorme.

Primero me dirigí a la Pagoda del templo del Norte donde me encontré con un magnífico templo rodeado de jardines muy bien cuidado en el interior del cual, había un grupo de mujeres cantándole a una deidad pidiéndole que les trajera suerte, salud, dinero… y donde me pude quedar un rato escuchando sus canciones. La pagoda de ese templo, se encuentra abierta, de tal modo que fue la oportunidad perfecta para subir a lo más alto de sus siete pisos y contemplar toda la ciudad. Una vez allí y con la foto del mapa que había descargado de internet, me situé y decidí cuál sería la mejor ruta.

Saliendo de la Pagoda del templo del Norte, me dirigí a unos jardines enormes y muy bonitos llamados los jardines del Administrador Humilde del que se dice, costó un barco entero de plata y dieciséis años en construirse, El jardín consta de dos secciones mayoritarias, ambas con grandes estanques y mucha vegetación por todos lados (distinto que el de Yuyuan), aparte de poseer una enorme colección de bonsáis que hacen de la visita más que recomendable.

Una vez terminado el paseo por el jardín, me dirigí hacia el sur bajando por una de las calles antiguas de la ciudad que va paralela a uno de los canales y donde podemos encontrar distintos sitios para comer o bares para sentarse y tomar algo. Como ya empieza a ser costumbre, no hubiera sido una excursión completa aquí en china si no me hubieran parado para hacer fotos por el camino. Al menos es una forma divertida de conocer gente y practicar chino :)

Siguiendo hacia el sur, me encontré con las Pagodas Gemelas, ambas pagodas solían formar parte de un templo, el cuál fue destruido. De tal modo, que lo que se puede ver alrededor de estas, son los vestigios del templo, sus columnas de piedra talladas con motivos florales y una bonita colección de piedra tallada por todo el recinto. Justo al lado de las Pagodas Gemelas, existe otro templo que se usa en la actualidad y que alberga en su interior distintas tallas de buda y sus discípulos.

Siguiendo hacia el sur de la ciudad, me adentré en una zona de callejones buscando algún otro templo para visitar, aunque terminé un poco perdido y me encontré con un jardín. Así pues, di un visita por el jardín del Maestro de las Redes, el cuál era un concepto completamente distinto a los demás vistos hasta ahora. En realidad, este jardín, es un casa enorme, donde cada habitación forma su núcleo independiente y se encuentra conectada con las demás a su alrededor por un pasillo exterior cubierto. Entre estos pasillos, se forman multitud de patios, en los cuales, hay un pequeño jardín. Cada uno es distinto y presenta un significado particular con un nombre al juego, por ejemplo, la sala de “escuchar la lluvia” da a un patio con un pequeño estanque con grandes hojas de loto y cañas de bambú para poder escuchar como las gotas caen y hacen distintos sonidos.
Este jardín es un sitio muy recomendable si está lloviendo ya que el visitante se encuentra todo el rato bajo techo y si no llueve también ;)

Siguiendo hacia el sur, llegué al límite de la antigua ciudad que se encuentra rodeada por un canal enorme. Una vez allí, cogí un taxi y me dirigí al norte, (más aún que la estación de tren y un poco a las afueras de la ciudad) para visitar la Pagoda de la Colina del Tigre. Esta pagoda se encuentra a lo alto de una colina rodeada por distintos edificios antiguos y algunos estanques (Nota: lección aprendida, Lluvia + Piedra pulida + zona en penumbra = zonas súper deslizantes). Un poco más y termino dentro de uno de los estanques cuando bajaba por unas escaleras de piedra natural, pero pude dar un salto y aterrizar bien en tierra firme).

Uno de los estanques, el llamado “el estanque de la espada” es donde está enterrado el rey He Lu el cual era un gran coleccionista de espadas que las ponía prueba contra un roca que presenta marcas de los cortes que hacía  y que según cuentan, fue enterrado con estas a modo de reliquia. La tumba sigue siendo un misterio sin resolver.

Por lo que hace a la pagoda, esta es un torre de 48 metros de altura, siete pisos y ocho lados. Es una de las últimas de su estilo, construida en el 960 y que hoy en día, sin su cobertura de madera, muestra su estructura hecha de ladrillos. A parte de ser enorme, esta pagoda se ha inclinado con el tiempo hacia el noroeste siendo así otra torre inclinada como la que encontramos en Italia.

Una vez terminada la visita por la zona decidí dar un paseo de regreso al centro de la ciudad, por un camino que iba al lado del río con todo de edificios antiguos alrededor. Al cabo de un rato de pasear decidí cruzar el río para ver el otro lado… me metí en una de las zonas más pobres que he visto hasta el momento, calles pequeñas y estrechas, basura por todos los lados, talleres llenos de gente cosiendo a máquina vestidos… puede ver un niño estudiando en su casa la cual no era más que una pequeña habitación con una cama y un fogón. Eso me hizo ver las grandes desigualdades sociales y económicas que hay en este país y aunque ya lo conocía, no lo había visto aún con mis propios ojos.
 
Al salir de la zona siguiendo por las calles donde veía más tráfico de coches y ya acercándose la hora del último tren de regreso a Shanghai, me puse a andar hacia la dirección que creía estaba la estación de tren esperando que pasara algún taxi, como que me encontraba muy lejos, no pasaba ninguno, así que me acerqué a un parada de chicas que esperaban al autobús para preguntar direcciones. Allí les pregunté si me podían señalar donde estábamos en mi mapa, me dijeron que no sabían donde estaban (no me esperaba esa respuesta jajaja) pero me preguntaron a donde me dirigía. Al comentarles donde iba, me dijeron que cogiera el autobús de la línea 2 que pasaba por allí mismo y me llevaría directamente a la estación. Tras consultarlo de nuevo con un señor mayor en la parada, me subí a autobús que me llevo a mi destino para finalmente comprar el billete a Shanghai y volver a casa tras un día muy intenso lleno de nuevas experiencias y donde me di cuenta que mi nivel de chino básico al menos sirve para moverse por el mundo.

 







 








 








 








4 comentarios:

  1. Muchas gracias Adriá por compartir tu gran aventura de tu día libre, que interesantes esos jardines y si está claro que hay muchisima pobreza en China, bueno como en todos lados,
    un abrazo

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  2. Hola, Amigo,
    Cuanta belleza en Shangai y cercanías, es un privilegiado.
    Gracias por compartir.
    Abrazo fuerte.

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  3. Parece que te estás topando con bastantes manifestaciones culturales a las que un turista estándar no tendría acceso, great.
    Y lo de que te paren para hacerse fotos me sigue resultando raruno, tan normal es, tan a menudo te pasa?

    Cual es el misterio de la tumba del rex coleccionista de espadas (no lo pillo, sorry)?

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    Respuestas
    1. Ei!
      En principio, según me contaron, el misterio reside en el hecho de que la tumba se encuentra debajo del estanque, de tal modo que en principio, no ha sido tocada por nadie y todas las reliquias siguen allí, incluidas todas las espadas (tienen que ser la caña si el rey se dedicaba a hacer cortes en las piedras con ellas)
      Lo de las fotos sí que me pasa mucho cuando salgo de Shanghai, es porque hay gente que no está muy acostumbrada a los extranjeros y les hace gracia, además si vas solo o con un par de personas, se atreven más a pedirlo que si estuvieras en un grupo. En cambio en la ciudad a no ser que estés en la zona del paseo del río donde van los turistas de otras partes de china nadie te va a pedir nada y incluso allí tan solo nos pasó una vez con unos amigos.
      Un abrazo a tod@s!

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