Reflexión: El tipo ese molesto de la cámara

Para hoy una reflexión ligera y corta que me vino a la mente el otro día mientras preparaba el post de homenaje a Sensei Monreal, vamos allá...

Me ha pasado en un par de cursos, nada del otro mundo, que he sacado mi cámara/móvil como siempre para realizar unas fotos e inmortalizar el evento y el maestro no ha puesto buena cara y enseguida, con buenas palabras eso si, me ha hecho entender que no estaba por la labor y que sería buena idea volver a guardarla.

Por mi parte ningún problema, es un espacio privado y yo no tengo la más mínima intención de incomodar a ninguno de los presentes, que ahí vamos para disfrutar y aprender.

Pero seamos sinceros, es una lástima que esto ocurra, al menos desde mi humilde punto de vista. Yo no saco ningún beneficio de hacer las fotos, de hecho mi esfuerzo me cuesta luego filtrarlas y montar un post para compartir con todo el que quiera disfrutarlo. Es más, cuando alguien me ha pedido las fotos de un curso o si le puedo envíar algunas en la que salga él o ella, me he pegado el curro de volver a mirarlas todas, que no son pocas en cada evento, y se las he pasado de mil amores.

Recuerdo que cuando comenzaba yo en esto del Aikido, ví un cartel de un curso en el que estaba terminantemente prohibido hacer fotos, grabar vídeos y lo más extraño de todo: tomar notas; aquello me impactó mucho, que demonios hacen en esos cursos para no querer dejar constancia?, sacrifican jóvenes vírgenes a dioses oscuros????, luego descubrí que lo único que se hace es aprender y disfrutar, entonces, qué se quiere ocultar?

Os imagináis que nadie hubiera podido sacar jamás una foto de Ueshiba o grabar un video del fundador practicando?, para mi sería un catastrófico desastre no haber dejado constancia, teniendo la oportunidad, de todos aquellos momentos.

Sin más, solo quería decir que ahora mismo todas éstas fotos no tienen ningún valor, ni económico ni emocional, pero si creo firmemente que dentro de unos años, diez, quince, veinte o más, la carga emocional será muy alta y a todos nos gustará repasarlas y rememorar lo bien que lo pasamos en aquel entreno o aquel curso, fíjate fulanito que pelazo tenía xD, etc... y eso es lo que quiero, dejar un bonito archivo de imágenes que ojear en el futuro, para los que estamos ahora y los que vendrán después.

Hasta aquí mi alegato a favor de todos aquellos aikidokas que hacen el esfuerzo, mediante imágenes y vídeos, para que todo lo que vivimos sobre un tatami sobreviva en el tiempo. La próxima vez que veáis uno, cámara en ristre apuntando hacía vosotros, echadle una sonrisa, que salís más guapos así que con cara de malotes enfadados!