El aikidoka astromecánico de la serie R2

Este espécimen de aikidoka es de los menos numerosos en cuanto a cantidad se refiere, sin embargo, es de los que mejor repartidos están, siendo practicamente imposible encontrar dos sobre el mismo tatami, salvo en eventos y cursos muy especiales.

Hay que matizar que ya no se fabrican y que su época dorada pasó hace ya muchos años, cuando estaban bien engrasados y sus sistemas eran operativos al 100%. Actualmente se resisten a extinguirse y se aferran a los tatamis como un gato a las cortinas, y es precisamente sobre su última época en la que en este post se va a tratar de arrojar un poco de luz.

Para distinguir un aikidoka R2 a simple vista nos podemos fijar en algunas de sus características físicas más destacabales. Por lo general tienen un tronco ancho y compacto, sus piernas son cortas, suelen carecer de cuello y su cadera tiene menos movimiento que los ojos de Espinete.

Si aún tenemos dudas sobre si ante nosotros tenemos o no un aikidoka R2, podremos chequear una serie de puntos más profundos que un simple primer vistazo a su morfología:

1. Carecen de cualquier tipo de articulación en sus piernas, lo que no les permite adoptar una postura de Seiza. Esto se deriva en permanecer durante toda la práctica en pie y no realizar jamás Suwari Waza.
2. Para no faltar a la etiqueta en el saludo inicial sobre todo, adoptan una postura que se puede asemejar a Seiza ya que se recogen sobre si mismos, y es muy característico que para incorporarse de nuevo desplieguen su tercera pata en forma de brazo y se apoyen en el hombro del compañero más cercano.
3. Cuando son derribados les cuesta horrores incorporarse de nuevo, siendo el mayor de sus problemas cuando quedan tendidos boca arriba, asemejándose a una tortuga pataleando por dar la vuelta.
4. Por sus problemas para levantarse nace otra de sus características más notables, lo incómodos y farragosos que son como Uke. Como no quieren caer se las apañan como sea para fastidiar a Tori con todo tipo de estratagemas que les permitan seguir de pie hasta que retorne su turno.
5. De vez en cuando intentan comunicarte algo en su propio idioma, generalmente el secreto milenario de como hacer a la perfección una técnica en concreto, pero claro, como no seas un aikidoka 3PO, no entenderás nada de lo que te quiere decir con esa malgama de sonidos y pitidos varios.
6. Y por último lo más importante, su mala leche. Si por lo que sea le has forzado mientras era Uke, llegando incluso a la osadía de derribarlo, en su turno como Tori desplegará todo su arsenal para hacértelo pagar muy caro, sacándose de la manga un Kote Gaeshi aunque lo que toque sea Kokyu Ho.

Con estos pequeños apuntes deberíais de ser capaces de distinguir si junto a vosotros se encuentra un aikidoka R2, y si al veros, uno de ellos comienza a tambalearse y a emitir alegres sonidos binarios, quizás seas tu también uno de ellos y no lo sabias hasta ahora...xD.