Crónica de mi viaje a Eslovenia, Agosto de 2013

Puente de los Dragones (Ljubljana)

Como ya os comentaba ayer en el post de retorno vacacional, he tenido la oportunidad de pasar unos días en Eslovenia, y con el campamento base en Ljubljana, la capital del país, hemos visitado alguno de sus lugares más emblemáticos.

Antes de comenzar unos datos básicos de Eslovenia: Es un país relativamente pequeño, ocupa el puesto 153 a nivel mundial en cuanto a superficie y el 143 en cuanto a población. En 1991 se independizó de la antigua Yugoslavia tras un breve conflicto armado de 10 días. Tienen los Alpes Julianos como mayor relieve geográfico y en contraste 45 Km de costa en el mar Adriático. Casi la mitad del país está cubierto por vegetación.

Lo primero de todo agradecer a Jernej, nuestro amigo esloveno, y a su familia, que nos dieran cobijo en su casa durante el viaje y se preocuparan de mostrarnos tanto su país como su cultura, esto último sentados alrededor de una mesa con excelentes viandas y cerveza a raudales xD.

Comenzaré hablando de la capital, Ljubljana. Me ha gustado mucho, a pesar de ser una capital de país es fácil y rápidamente visitable, sus gentes son muy acogedoras y si tuviera que poner un pero quizás fuese lo pronto que "cierra" la ciudad comparando a lo que nosotros estamos acostumbrados, aún así con adelantar un par de horas nuestros horarios vitales suficiente para no tener problemas de reloj.

Uno de los puentes en Ljubjlana sobre el río Ljubljanica

En una breve visita yo recomedaría perderse por los puentes que cruzan el río Ljublanica en el casco antiguo de la ciudad, visitar el castillo de Ljubjlana que se alza sobre una colina, recorrer parte del parque Tivoli, y digo parte porque todo requiere de muuuuuucho tiempo, tomarse algo por la noche en alguno de los bares junto al río y disfrutar de una Union Pivo en el bar Lepa Žoga, el mejor garito de la ciudad.

Estas son solo mis recomendaciones para una visita rápida de la ciudad, pero hay mucho más que ver, empezando por toda la obra arquitectónica del artista Jože Plečnik hasta infinidad de catedrales e iglesias católicas y protestantes. Para más información sobre Ljubljana podéis pinchar en este enlace a wikipedia.

Castillo de Predjama

Si algo tienen en este país son castillos, y si yo tuviera que recomedaros uno sería el castillo de Predjama. A 9 Km de la ciudad de Postojna se encuentra este precioso castillo construido en la boca de una gruta, en plena montaña y sobre un precipicio de casi 200 mts. Como se puede observar en la foto además posee un campo de justas medievales donde se celebra un festival cada año en honor al Barón Erazem Lueguer, un héroe-ladrón al más puro estilo Robin Hood.

Yo no fui, pero a mitad de camino está la Cueva de Postojna, con más de 20 Kms de túneles y galerías, un lugar muy turístico que yo he dejado para otra ocasión. Podéis leer más sobre las cuevas en este enlace.

Ahora marchemos en dirección a los Alpes Julianos, tranquilos que no hay que subirlos a pie, vamos el que quiera puede hacerlo, pero en este caso vamos a visitar un par de preciosos lagos glaciares.

Vista de la iglesia en la isla del lago Bled

El primero de los lagos que nos encontramos es el de Bled, el más turístico de los dos, rodeado de hoteles, restaurantes, guiris con sandalias, pantalones cortos y calcetines hasta la rodilla, y unas vistas espectaculares a pesar de todo lo anterior.

Como no podía ser de otra forma, hay un castillo en lo alto de uno de los montes circundantes, y una isla con varios edificios en el centro del lago. Muy cerca de esta zona se encuentra también la villa donde el dictador Tito pasaba sus vacaciones, ahora reconvertida a hotel de lujo, una visita curiosa también.

Para más información sobre este lago podéis visitar este enlace, y os recomendaría que probarais el Kremnšnita, un postre típico de esta región eslovena, que degustado a orillas del lago se convierte en una experiencia gastronómica inolvidable.

Castillo de Bled

Siguiendo un poco más adelante por la carretera de montaña llegamos al lago Bohinj, menos comercial que el de Bled y mucho más tranquilo. 

Aquí nos podemos encontrar a muchos más eslovenos pasando el día y disfrutando de un chapuzón en sus aguas, de hecho Jernej y su sobrino Gasper aprovecharon la visita para darse un buen baño.

Si queréis más info sobre este destino os dejo un enlace pinchando aquí, eso si, el que se maree en el coche facilmente mejor que se ahorre la visita... xD.

Parte del huerto de Jernej

Uno de los días nos fuimos hacia el este, por la zona de Litija, para visitar el pueblo de Jernej y conocer a su madre, Stanca, quien nos agasajó con una riquísima cena.

No es una zona muy turística, pero igualmente tienen unos paisajes y bosques preciosos por toda la zona, y al que le guste el senderismo aquí puede disfrutar como un crío con innumerables rutas forestales.

Como podéis ver en la foto, tienen un huerto bastante currado con lo que la mayor parte de las necesidades básicas vegetales las cubren con él, a parte de tener muchas especias para cocinar, entre ellas varios tipos de chile, de los cuales me he traído algunos para secar en Pamplona y si hay suerte cultivarlos en casa.

Para ir terminando os recomendaré un lugar en la diminuta costa eslovena, Piran. Esta pequeña ciudad  costera merece ser visitada con tranquilidad, y es un lugar perfecto para una escapada romántica.

Vista elevada de Piran. Al fondo la costa croata.

El centro urbano nace desde la costa y se va construyendo sobre una colina hasta culminar en la iglesia y las murallas. Todas las calles son estrechas y tienen el encanto ese de no saber que te encontrarás al coger esa bocacalle o torcer esa esquina.

La plaza mayor es muy bonita y en ella se montan puestos de comerciantes con cuadros, manualidades, etc, todo ello presidido por la estatua de un famoso violinista local cuyo nombre no recuerdo en estos momentos.

Lo bueno de la costa eslovena, para los que no somos amigos de la arena, es que toda ella esta compuesta por roca y hormigón, así que es como ir a la piscina pero bañándote en el mar.

Jernej en una de las callejuelas de Piran.

Si os interesa este lugar os dejo un enlace aquí y si ya que estáis por la zona queréis visitar algo más, pues os recomiendo Portorož, eso si tened muchos euros a mano porque no es precisamente barato el alojamiento y alimento en este turístico lugar.

Más o menos este sería un buen resumen del viaje, me dejo muchas cosas en el tintero pero tampoco es cuestión de narrar todo con pelos y señales, además me he dejado un montón de cosas por ver, seis días dan para lo que dan, así que si en el futuro vuelvo para continuar visitando Eslovenia no os preocupeis que os seguiré contando todo aquello que descubra.

Para terminar el viaje nuestra idea era visitar Venecia ya que nuestro vuelo de retorno salía desde la ciudad italiana, pero a pesar de salir con mucho tiempo de antelación de Ljubljana, grandes atascos en las autopistas nos impidieron visitarla, tan solo quince minutos de paseo por dos canales y cuatro puentes, la Plaza de San Marcos tendrá que esperar a otra ocasión!

Dos góndolas venecianas.

La casa de Jernej en el pueblo

Vista elevada de Ljubljana

El castillo de Ljubljana

La playa de Piran

El Dragón, símbolo de Ljubljana