Clase #Aikido Adaka 20/04/2016

Mañana retomamos la actividad de los entrenamientos conjuntos de Aikido. En esta ocasión tendrá lugar en el gimnasio Larraona de Pamplona, de la mano de Sensei Armendáriz y sus alumnos, con horario de 11:00 a 13:00 y entrada libre, qué más se puede pedir, eh? xD

Yo tengo este evento siempre marcado en mi calendario ya que, como muchos de vosotros sabréis, fue en ese pequeño Dojo donde comenzó mi andadura por el noble arte del Aikido, qué tiempos aquellos!!!

Os animo a tod@s a no perderos la cita y, para aquellos que no podáis acudir, prometo dar cumplida crónica la semana que viene.

Ahora vayamos con lo acontecido en la clase del miércoles por el Adaka. Sensei Artola nos dejó confiarnos al principio con un poco de trabajo en Suwari Waza, realizando un Kote Gaeshi desde el agarre Ai Hanmi Katate Dori, pero no uno normal, uno para vagos, sin a penas desplazamiento y tirando sobre todo de Te Sabaki.

Y pasamos a Tachi Waza, todos de tranqui, relajados y... zas!!! estacazo de Txemi, con un nuevo monográfico, esta vez sobre el Irimi o algo así. Al final de la clase yo solo podía oir paaaam, paaaam, paaaaaaaaaaam, cada vez que aparecía el dichoso Irimi... xD

Básicamente de lo que se trataba era de hacer Irimi Nage, pero en una versión Omote, qué digo Omote, mucho más directo, la versión de Irimi Nage que hubiera surgido de la fusión entre Gozo Shioda y Kazuo Chiba, en plan "te voy a destruir y lo sabes...".

Una técnica para Ukes listos, y no hablo del típico listo de examen que se empolla todo con dos meses de antelación para sacar matrícula de honor, no, no, hablo del listo que, con el profe de física cuántica a 20 cms de distancia, consigue ocultar la chuleta "just in time" para que no le pille y aprobar de sobrado!

A lo que vamos que me disperso. Que trabajamos Irimi "Destroyer Version" Nage desde Ai Hanmi Katate Dori, Gyakku Hanmi Katate Dori, Shomen Uchi, Jodan Tsuki, Yokomen Uchi, Chudan Tsuki y yo que se qué más ataques, con Uke en modo "desaparezco por debajo ipso facto".

Ahora puedo pregonar a los cuatro vientos, lleno de orgullo y satisfacción, que:

Yo sobreviví al monográfico Irimi de Sensei Artola