jueves, 24 de diciembre de 2015

Reflexión: Surfeando por el Aikido

Últimamente me siento como una especie de surfero del Aikido. Sé que puede sonar algo extraño, pero durante las próximas líneas intentaré explicar un poco éste sentimiento, a ver si lo logro porque no suele resultar fácil...

Te echas la tabla al hombro (armas), te pones el neopreno (Keikogi) y te diriges al mar (tatami) en busca de una práctica placentera y reconfortante, realizando una de las actividades que más te gusta y que logra desconectarte, al menos durante un rato, de la rutina diaria.

Estoy aprendiendo a ser paciente: algunas veces vas hasta la playa y resulta que no hay buenas olas para surfear, no pasa nada, disfrutas de la playa, te das un baño y te aireas un poco, el viaje no ha sido en vano. En otras ocasiones hay olas, te tumbas en la tabla, braceas un poco mar adentro y esperas pacientemente hasta que llegue la oportunidad; la espera merece la pena porque comienzas a surfear, unas veces te caes y otras llegas hasta el final, pero estás disfrutando: no todo sale perfecto en cada ocasión.

Pero hay días que la marea está fuerte, las olas son grandes y llenas de fuerza, uno de esos días solo para valientes. Quizás mi nivel no llega para sostenerme sobre la tabla en uno de esos días, pero lo intento con todas mis fuerzas, me caigo una y otra vez, y vuelvo a intentarlo, nadie dijo que fuera fácil; pero sabes que cada inmensa ola que te tumba te ha enseñado algo, te ha fortalecido y la siguiente que te dispones a tomar no parece tan grande, verdad?

Cuando estás agotado y magullado vuelves a la playa, clavas la tabla en la arena y disfrutas del resto de surfistas que pueblan el horizonte; estoy seguro que de casi todos ellos puedo aprender algo que aplicar a mi postura, a mi equilibrio, a mi técnica, a mi mentalidad, la próxima vez habré mejorado gracias a mi tesón y mi capacidad de observación.

Si amigos si, soy un surfero del Aikido, me podréis encontrar tumbado en mi tabla, cogiendo torpemente alguna ola o simplemente sentado en la arena con la mirada perdida en el horizonte, pero allí estaré, espero que nos podamos encontrar, porque al final, todo esto, en vuestra compañía siempre es mejor.

6 comentarios:

  1. Jajaja, me recuerda a una reflexión mía que todavía no está publicada. Estoy de acuerdo contigo Guillermo, muchas gracias por compartir estas ideas y Muy Feliz Navidad a tod@s, un abrazo

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    1. Seguro que tu reflexión es mucho más profunda y acetada, a mi me cuesta horrores expresar con claridad lo que quiero transmitir. Quedo a la espera de leerla Carina!

      Un abrazo y feliz Navidad!!!

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  2. Yo no veo demasiadas similitudes con los vigilantes de la playa en el tatami pues.....

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    1. No sé porque tienes que meter al mítico Mitch Buchannon en todo esto xD, si no sabes leer entre líneas no te puedo ayudar Richal...

      Un abrazo.

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  3. Muy bueno, Guillermo, pero cuando surfeas también es mágico y, al mismo tiempo, mucho exhaustivo. Pero me gustó mucho tu comparación.
    Muchas gracias a ti y Feliz Navidad a todos.

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    1. Me alegro que te haya gustado, no he recibido muy buenas críticas del post... xD

      Un abrazo y feliz Navidad Ricardo y familia!!!

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