Reflexión: Caminar por el #Aikido ligero de equipaje

Cuanto más pasa el tiempo más cuenta me doy que por la vida es mejor pasar ligero de equipaje. También es extremadamente importante compartir tu camino con buena gente, pero esto sería la base para otro post y hoy me gustaría centrarme solo en el equipaje.

Pero vamos a delimitar un poco más ese equipaje y fijémonos solo en nuestro día a día en el Aikido. Qué nos hace falta llevar en nuestra mochila para practicar y aprender? Realmente muy poca cosa, pero no sé por qué, muchas veces nos empeñamos en meter un montón de cosas inservibles que nos van lastrando poco a poco...

Qué necesitamos llevar en nuestro equipaje?, en mi opinión solo cosas muy básicas y ligeras: el Keiokigi, un Obi, la Hakama si es menester, las herramientas básicas (Tanto, Bokken y Jo) y respeto e ilusión por lo que estamos practicando.

Pues bien, por el camino, conforme vamos avanzando, nuestra mochila se va llenando de otras muchas cosas, consciente o inconscientemente, que son totalmente inservibles y nos hacen el tránsito pesado, cansado y, en algunas ocasiones, amargo (a nosotros mismos y a los que están al lado).

De qué cosas estoy hablando?, de aquellas que sin duda sobran pero que abundan en nuestro pequeño mundo marcial. Algunos ejemplos serían:

• Ego
• Ambición
• Rencor
• Envidia
• Dobles intenciones
• Falsedad
• Necesidad de reconocimiento

Y así me podría tirar un buen rato, pero tampoco es mi intención en éste post entrar al detalle, prefiero dedicar las últimas líneas para otras cosas.

Propongo echar un vistazo al interior de nuestro equipaje aikidokil y ver que hay dentro, seguramente si lo hacemos con total sinceridad podremos encontrar alguna de las cosas listadas anteriormente. Entonces, por qué no sacarlas y dejarlas atrás lejos de nuestro camino?

Hay a quien se le habrá llenado, más de una vez, la mochila de estas cosas, y lejos de vaciarla y dejar solo lo básico, se ha comprado una más grande todavía para seguir acumulando más. Para mi esto no tiene ningún sentido, empeñarse en hacer el camino más difícil de lo que en realidad es?, sinceramente... no lo entiendo.

Yo, personalmente, he decidido vaciar lo más que pueda mi maleta, de echo estoy pensando en hacerme con una más pequeña, porque como he comentado al principio de la entrada: Cada vez estoy más convencido que por la vida y el Aikido es mejor pasar ligero de equipaje.