Mi primer examen Shodan de Aikido como Uke

El otro día publicaba un post hablando sobre mis sensaciones y dudas, antes del examen de Iban, ante mi trabajo como Uke; podéis recordarlo pinchando en este enlace.

El caso es que hoy me apetece transmitiros mi opinión personal una vez pasada la prueba y visto el examen un par de veces en vídeo, igual alguna más xD, no obstante el primer examen Shodan como Uke es algo que solo sucede una vez en la vida...

A lo que vamos...

Lo primero de todo me gustaría agradecer a Iban la oportunidad que me brindó con este bonito reto, a Txemi por mostrarme siempre toda su confianza y contar conmigo sin vacilar para cualquier budo-cosa que necesita y en la que puedo echar una mano, a Sensei Monreal por enseñarme cada día Aikido (dentro y fuera del tatami) y a todos mis maestros y compañeros de fatigas por enseñarme y aguantarme con paciencia y una sonrisa.

Dicho esto me gustaría añadir que estoy muy contento y orgulloso de mi trabajo como Uke en el examen del otro día. Ni por asomo fue el mejor trabajo del mundo pero, desde mi humilde opinión, fue bastante digno y lo que si puedo asegurar es que le eché toda la ilusión y ganas de las que disponía.

Técnicamente se le podrían poner muchos peros, aunque quizás mi mayor falta fue la de reservar demasiada energía pensando en llegar lo más fresco posible al final del examen; final que llegó antes de lo previsto, por mi parte, y que me dejó un regustillo algo amargo pensando que podría haber dado más de mi, a nivel físico, durante toda la prueba.

Guardaré en mi recuerdo este momento durante largos años, fue una experiencia maravillosa que recomiendo a todo aikidoka, ya que, como comenté en el post al que hago referencia al inicio de la entrada de hoy, el trabajo de Uke es igual o más importante que el de Tori, y esencial para cerrar el círculo del Shodan... o quizás no, eso ya depende de cada uno.