Las crónicas de Adrià (Episodio 16)

Como ya sabéis gracias al magnífico post de Guillermo (genial gracias!!), este domingo fue mi cumpleaños y claro, eso significa fiesta!!! 

Siendo mi cumpleaños dos días después del de mi amigo y compañero de piso Jesús, decidimos celebrarlo juntos y el viernes salimos a cenar con algunos amigos, los cuales nos prepararon un gran fiesta. 

Primero salimos a cenar a un restaurante japonés donde por muy poco puedes comer y lo más importante, beber todo lo que quieras, así que podéis imaginar que el sake corrió como el agua. Tras terminar la cena, nos fuimos al club Mook que por ahora es el que me gusta más de Shanghai y donde nuestros amigos habían reservado un par de mesas con bebidas para todos. Allí estuvimos bailando y pasándolo bien hasta que decidimos irnos para casa (la de nuestros vecinos porque nosotros ya no podemos hacer fiestas…), donde nos esperaba un pastel de tiramisú con velas y de este modo pasamos el resto de la noche terminando la fiesta. Pero claro, esto no podía ser todo lo que pasara el fin de semana y es que este finde tocó seminario de Wing Chun! Cinco horas diarias de entrenamiento con algunas sorpresas y examen de grado!

Así pues al día siguiente de la fiesta y habiendo dormido mas bien poco (Ningún problema hay energía de sobras!) me fui a entrenar con mis compañeros.

Sabiendo que tendríamos el examen el domingo, el sábado nos dedicamos a repasar distintas técnicas y practicar las formas. Empezamos con estas, primero con la primera de ellas que se llama Siu Nim Tao y que significa “pequeña idea” donde se recogen todos los movimientos básicos de las manos en este arte marcial. Tras darle unas cuantas vueltas y asegurarnos de que la dominábamos (por supuesto siempre se puede mejorar) pasamos a la segunda forma, Chum Kiu que significa “buscando el puente” de esta, tan solo conozco las dos primeras secciones, de cuatro que tiene, pero nuestro Sifu nos pidió que nos centráramos en la primera.

Después nos pusimos a practicar distintas formas de golpear y proteger al mismo tiempo, que consistía en dar un puñetazo al objetivo mientras con la otra mano redirigíamos el ataque de nuestro oponente hacia un lado donde lo podíamos controlar.

El tiempo pasa muy rápido y tras practicar un rato desplazamientos y patadas, nos pusimos a hacer ejercicios más enfocados a situaciones más comunes, empujones por cualquier lado. A parte de las técnicas que ya conocíamos para redirigir y controlar a nuestro oponente ante una situación como esta (perfecto para usar un poco de Aikido) o simplemente engancharse a él, se nos dejó tiempo para que jugáramos y buscáramos nuevas soluciones.

Al día siguiente aparecí en el entrenamiento con unas docenas de cervezas para celebrar mi cumple y porque nos comentaron que percataríamos situaciones tipo “Bar” así que pensé que sería lo más indicado :)

Empezamos directamente con el examen, tengo q reconocer que me pillo un poco de sorpresa y estaba un poco tenso jajaja

Primero realizamos las formas de dos en dos. Todo Siu Nim Tao y la primera sección de Chum Kiu. Luego pasamos a practicar (también solo dos personas cada vez) distintas técnicas de ataque y contraataque, en las cuales, algunas dejaban mucho margen de maniobra y distintas posibilidades de reaccionar como contrarrestar y atacar a un agresor que da una patada mientras al mismo tiempo un puñetazo. Otras como esquivas de muy cerca o demostrar que se ha comprendido y asimilado el concepto de línea central, no dejaban mucho margen a la imaginación pudiendo solo realizar una técnica en ese instante.

Tras terminar el examen y darnos una pausa, nuestro Sifu procedió a entregarnos nuestros diplomas donde SORPRESA! Me dio el primero y el segundo grado, así que genial!!

Finalmente y con aún mucho día por delante empezamos la parte especial del entrenamiento. Decoramos el gimnasio con mesas y sillas (como un restaurante), con una barra, un sofá y una mesita (como un bar) y otra zona como si fuera el metro.

Fuimos pasando de zona en zona recreando distintas posibilidades con uno o varios atacantes y viendo cuales eran los inconvenientes de cada sitio. Desde mi punto de vista, las situaciones más difíciles, aparte de en la que nos atacaban cuatro enemigos a la vez en la calle y donde había que jugar a domino con ellos y/o coger un rehén para salir del paso o en la que éramos dos espalda contra espalda intentando salir del “club” rodeados de gente que nos quería machacar (situación casi imposible de sobrevivir como caigas al suelo), fueron aquellas en las que estábamos sentados en el sofá o en la silla por la falta de movilidad y la posición más vulnerable.

Tras terminar de jugar y dar por concluido el fin de semana “marcial” nos tomamos esas cervezas en nuestro bar improvisado, y nos fuimos a cenar juntos.