Los zooris del aikidoka: Barcelona

El principal motivo por el cual la semana pasada me alejé un poco de la red fue por un viaje de trabajo a Barcelona, que me tuvo tres días y medio en la ciudad condal de formación y reuniones varias.

Pero no todo iba a ser trabajo, también me quedó tiempo para hacer algunas cosillas en mi tiempo libre, como por ejemplo visitar los alrededores del "Arco de Triunfo" donde se encuentra el conocido triángulo de las Bermudas rolero. Para que os hagáis una idea está repleto de tiendas frikis, de cómics, etc...

Pero sin duda, lo mejor de todo el viaje, los dos amigos con los que tuve la oportunidad de reencontrarme de nuevo.

Uno de los días aproveché la invitación de mi buen amigo Sensei Traver y me fui a entrenar con él y su grupo de akidokas en el Gimansio Barenys, en el barrio de Gracia. Un lugar curioso sin duda, mi primera impresión fue: si sobrevivo a las escaleras del vestuario sin un sherpa, sin cuerdas y sin oxígeno, todo lo que venga después pan comido... creo que no había visto tan pocos escalones subir a tanta altitud en mi vida xD.

Tuve la oportunidad de conocer al hijo del dueño del Gimnasio. El padre debe ser toda una celebridad en el barrio, si tenéis curiosidad os dejo un enlace pinchando aquí con una entrevista a Elías Barenys en 2015.

En cuanto al entrenamiento de Aikido estuve muy a gusto con Sensei Traver y sus alumnos; me sentí muy torpe, también tengo que reconocerlo, pero aún así intenté con todas mis ganas acoplarme a su forma de practicar y me fui muy contento con algún concepto básico para darle unas vueltas con tranquilidad.

Después del entrenamiento a recuperar fuerzas en un pequeño restaurante cercano, en el cual pude disfrutar de un par de horas de tranquila charla con Luis, intercambiando chascarrillos, batallitas, puntos de vista sobre el Aikido y, sobre todo, acerca del futuro de nuestro Budo.

A raíz de nuestro encuentro, Sensei Traver publicó un pequeño artículo en su web que, quizás, alguno de los lectores pueda encontrar interesante. Muchas gracias a Luis y todos los compañeros de Barenys por la invitación y el buen rato que me hicieron pasar, espero poder repetir algún día!

Al día siguiente cambié radicalmente la tranquilidad del Aikido por la energía desbordante y sonrisa imperecedera de mi buen amigo  Adrià, quien me vino a buscar al hotel y me llevó a uno de los mejores restaurantes mexicanos del barrio de Gracia. Vamos a dejarlo así porque todavía no tengo muy claro quien llevó a quien... xD

Un año y medio más o menos sin ver al bueno de Adrià y la verdad que tenía un montón de cosas nuevas que contarme. Su vida ha dado bastantes giros desde la última vez que nos encontramos y me alegró mucho descubrir que para bien.

Pasamos un muy buen rato y nos echamos unas risas, sobre todo con los camareros del restaurante mexicano, quienes seguramente guarden un jacarandoso recuerdo de éste par de tarados...

Y poco más que añadir, hice algunas cosillas más pero tampoco os quiero aburrir, con éste par de pinceladas es más que suficiente, espero que quede alguien ahí leyendo, hola?