Nuevamente este humilde aikidoka se enfundó su zooris de viaje para disfrutar, en esta ocasión, de diez días en la fantástica isla de Lanzarote. Unas merecidas vacaciones que no pudieron llegar en verano pero que bien merecieron la espera, no hay duda.
Supongo que a estas alturas a nadie le voy a descubrir esta maravillosa isla, no obstante, para los amantes de los datos, os dejo un enlace a la wikipedia con toda la información sobre Lanzarote pinchando aquí.
Nuestro alojamiento se encontraba en la punta sur de la isla, todo un acierto sea dicho de paso, ya que estábamos con el océano Atlántico rompiendo a nuestros pies, la isla de Fuerteventura al frente, la civilización a nuestra derecha, los lugares más turísticos a la espalda y el macizo de los Ajaches a nuestra izquierda, tal cual os lo cuento.
Conciliar el sueño y despertarse arrullado por el suave e imponente sonido del océano es algo que, en mi opinión, no tiene precio para quienes no tenemos el lujo de vivir junto a la costa. Hemos disfrutado de ese murmullo durante unos días, pero aún resuena en mi mente cada vez un poco más distante. Supongo que se acabará perdiendo como lágrimas en la lluvia...
En nuestros viajes siempre nos acompaña el tío Matt. El también pudo disfrutar de la estancia, sobre todo de la terraza de la habitación, con unas espectaculares vistas al Atlántico. Para muestra un botón.
Levantando un poco la vista, con la claridad y luminosidad de los días en la isla, podíamos disfrutar de la visión de la isla de Fuerteventura, próximo destino en un futuro no muy lejano espero, ya que tenemos la firme intención de descubrir todas las islas del archipiélago. Con tiempo y una caña que diría aquel.
A nuestra derecha el paseo marítimo, un serpenteante camino pegado a la costa que nos conducía directamente hacia el pueblo de Playa Blanca y más allá al faro Pechiguera, caminata que realizamos un par de veces, una ristra de kilómetros todo sea dicho, y que aprovechamos para disfrutar de las vistas y comprar algún recuerdo que otro para la posteridad.
La intención era relax total, desconectar y descansar a "full time", pero no podíamos desaprovechar la ocasión de visitar alguno de los puntos más turísticos de Lanzarote, así que decidimos utilizar uno de nuestros días para alquilar un coche y, tras previa y concienzuda selección, visitar tres de esos lugares más característicos.
Los elegidos fueron el parque nacional de Timanfaya, con más de 25 volcanes y un paisaje de lo más curioso, la Cueva de los Verdes, una red de túneles subterráneos capricho de la actividad volcánica de la isla hace largos años, y los Jameos del Agua, obra del artista César Manrique y en cuya laguna interior podemos encontrar una especie de cangrejos ciegos y albinos.
Sabor agridulce el que me dejaron las visitas. Me quedé con la sensación puramente recaudatoria por parte del gobierno de la isla. Da la impresión que tienen mucho más interés en cobrar los 9 euros que cuesta la entrada por persona y despachar rápido cual gran superficie mercantil, que realmente agasajar a los visitantes con una experiencia única y un recuerdo agradable de cada visita. Una pena la verdad.
Timanfaya |
Cueva de Los Verdes (entrada) |
Jameos del Agua (laguna interior) |
Y ya solo nos queda girar la cabeza a la izquierda, hacia el macizo de los Ajaches, una formación volcánica de más de 11 millones de años. En su día tuvieron alturas de hasta 4000 metros, aunque hoy en día no superan los 400 por la erosión. Pero no vengo a hablaros de geología no, lo mejor que guarda este paraje es Playa Papagayo, formado por unas pequeñas calas de fina arena y cristalinas aguas, un lugar donde disfrutar de un baño y la tranquilidad más absoluta.
Espero no haberos aburrido mucho, solo quería dar unas pequeñas pinceladas sobre mis vacaciones, sobre todo por si algún lector pudiera estar interesado en Lanzarote, aunque como en el Aikido, lo mejor es vivirlo en persona y en buena compañía, en mi caso con la mejor: Laura.
Buenos días Guillermo,
ResponderEliminarEstupendas pinceladas, me alegro que lo hayan pasado tan bien y si lo de la recaudación también me llamó a mi la atención la última vez que fui, anteriormente no fue tanto, o sea que es más bien reciente. Es para la conservación de esos lugares. Te cuento como comparación que cuando fui a Machu Pichu hace casi 40 años no pagué más que el trencito que me llevó allí, mientras que ahora mi hijo tuvo que pagar 100 U$S. Muchas gracias y un abrazo
Hola Carina,
EliminarEl caso es que no me quejo del precio, estoy de acuerdo en pagar para la conservación, pero de ahí a que me traten igual que si fuera al supermercado, pues no sé la verdad...
Un abrazo.
Buenos días Guillermo:
ResponderEliminarMerecidas vacaciones, sí señor!! Carina no se nos podrá quejar, que tanto tú como yo hemos escogido las islas afortunadas como destino vacacional. La próxima vez nos tenemos que ver todos en Gran Canaria y organizar un buen keiko :) Además tuviste mucha suerte porque fíjate cómo está baldeando estos días por las islas...
Nosotros en un par de días nos vamos al sur de Baviera a pasar este puente. Ya os contaré a mi vuelta qué tal me fue por las tierras del Rey Loco, jeje. El tiempo creo que acompañará, aunque va a hacer bastante frío.
Un abrazo y que tengais un feliz día!
Aúpa Miguel,
EliminarMe apunto a lo de Keiko en la islas, donde hay que firmar???? xD
Disfruta mucho del puente, ya nos contarás que tal te ha ido, seguro que alguna budo-birra buena cae, o no? xD
Un abrazo.
Yendo a esa zona y considerando que Múnich es sinónimo de cerveza, yo creo que van a caer más de una y de dos, jejeje.
Eliminar