Resulta que Sensei Monreal tenía instaurada en Adaka una bonita tradición para finalizar el curso anual de Aikido de los niños: un entrenamiento de padres e hijos juntos.
Sensei Artola desconocía dicha tradición cuando heredó las clases de los niños este año, así que fueron los mismos padres quienes se encargaron de anunciarserlo para que no se perdiera esta entrañable jornada aikidokil.
Y allí estuvieron todos juntos disfrutando sobre el tatami...
A continuación os dejo las fotos que publicaron en Facebook sobre la jornada en el Adaka. Por lo que se puede ver lo pasaron muy bien y espero que sean muchos años más los que se pueda repetir esta tradición entre padres e hijos, no olvidemos que de todos ellos depende el futuro del Aikido por nuestras tierras.
Muchas gracias Guillermo y gracias a las familias que recordaron esta entrañable tradición, cuyos recuerdos permanecerán en el corazón de padres e hijos, un abrazo
ResponderEliminarCarina
A buen seguro es un grato recuerdo familiar para el futuro. Muchas gracias por comentar Carina.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante, Guillermo, es revivir una tradición de que se transmitía las enseñanzas de padre para hijos.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.
Abrazo.
Este tipo de cosas fortalecen los lazos familiares, siempre es bueno compartir actividades. Muchas gracias por comentar Ricardo.
EliminarUn abrazo.