Como habíamos anunciado, Bassas Sensei cumplió su palabra de Samurai y acudió a impartir el entrenamiento de Nito Jutsu en el Adaka, honrando así la invitación lanzada por Artola Sensei hace un par de semanas.
Cuando le vi llegar a la puerta del gimnasio con una ligera cojera, no olvidemos que acaba de salir de una rotura de tibia que lo ha tenido seis meses inactivo, lo primero que pensé fue que igual nos habíamos precipitado un poco al organizar tan pronto el entrenamiento de Nito Jutsu...
Nada más lejos de la realidad! Al terminar la clase me acordé y comprendí a la perfección aquel antiguo proverbio que dice algo así: "El viejo Maestro siempre parece algo torpe antes de entrar en acción" y vaya si entró en acción...
Yo creo que lo de la cojera se lo ha inventado para darle un punto interesante a su persona, dentro del tatami, a excepción de no poder ponerse en Seiza, de la cojera ni rastro, vamos, que se desplazaba igual o mejor que antes.
Supongo que tanto Txemi como el resto de compañeros estarán de acuerdo conmigo en que pasamos una hora muy a gusto entrenando con Carlos, que al principio estaba un poco serio pero que, en cuanto nos cogió confianza, fue dando rienda suelta a su verborrea y sus chascarrillos que hacen de su enseñanza algo entretenido y divertido, sin perder un ápice de la seriedad que merece lo que se está aprendiendo.
Ya sabéis que en las crónicas no suelo entrar a detallar las técnicas que se practican, pero si me gustaría reseñar que la dificultad fue de menos a más, conforme íbamos cogiendo soltura, con un Carlos muy atento en todo momento para corregir aquí y allá pero sin agobiar, dando pinceladas y detalles pero dejando mucha libertad. No cabe duda que los pocos entrenos de Nito que llevamos con Txemi nos han ayudado mucho para disfrutar más de este pequeño evento.
Ya sabéis que en las crónicas no suelo entrar a detallar las técnicas que se practican, pero si me gustaría reseñar que la dificultad fue de menos a más, conforme íbamos cogiendo soltura, con un Carlos muy atento en todo momento para corregir aquí y allá pero sin agobiar, dando pinceladas y detalles pero dejando mucha libertad. No cabe duda que los pocos entrenos de Nito que llevamos con Txemi nos han ayudado mucho para disfrutar más de este pequeño evento.
Tras la clase nos fuimos a tomar la budo-birra tradicional de los viernes y allí continuamos disfrutando de Sensei Bassas y sus mil historias, que como siempre digo, no es lo que sabe (que también) si no la gracia de cómo lo cuenta xD.
Muchas gracias a Carlos por aceptar el reto, a Txemi por lanzarlo y al resto de compañeros que acudieron a disfrutar generando un ambiente magnífico, seguro que repetiremos en el futuro. Os dejo unas pocas fotos de la cita, cortesía de Iñaki.
Excelente, Guillermo, muy buenas fotos también.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir con nosotros. Abrazo.
Muchas gracias a tí por comentar Ricardo, la verdad que disfrutamos mucho de la clase!!!
EliminarUn abrazo.