El lunes comenzamos, como suele ser habitual después de un curso de Aikido, comentando nuestras sensaciones y puntos de vista sobre lo acontecido en la jornada del sábado con el maestro Diego Sánchez en su visita a Pamplona.
Creo que en general las sensaciones fueron muy buenas y la gente salió muy contenta del curso, sobre todo con la cercanía de Diego a la hora del trato personal y su sencillez y buen humor a la hora de explicar los conceptos; a nivel técnico no merece la pena comentar nada porque, mis palabras aquí escritas, no harían justicia ni por asomo a la capacidad de éste maestro para desarrollar Aikido.
Pero vayamos con la clase; retomamos un poco el modo Zen a la hora de trabajar, intentando ir lo más relajado posible y procurando no hacer apenas ruido a la hora de caer en Ukemi, lo que generó un tranquilo silencio en el tatami, en mi opinión, perfecto para practicar Aikido.
Todo el entrenamiento giró en torno al Kokyu Nage que podemos ver en la imagen que hoy ilustra el post. Trabajamos desde Gyakku y Ai Hanmi Katate Dori y Ushiro Ryote Dori. En todo momento nos centramos en la primera captación para darle la máxima fluidez a la técnica.
Para terminar, y también desde Ushiro Ryote Dori, dos variantes de Ikkyo muy relacionadas con la ejecución del Kokyu Nage anterior, cada una a un brazo diferente de Uke, siendo la segunda la menos usual ya que el Ikkyo se aplicaba al brazo con el que Uke se protege de un posible Atemi.
Creo que en general las sensaciones fueron muy buenas y la gente salió muy contenta del curso, sobre todo con la cercanía de Diego a la hora del trato personal y su sencillez y buen humor a la hora de explicar los conceptos; a nivel técnico no merece la pena comentar nada porque, mis palabras aquí escritas, no harían justicia ni por asomo a la capacidad de éste maestro para desarrollar Aikido.
Pero vayamos con la clase; retomamos un poco el modo Zen a la hora de trabajar, intentando ir lo más relajado posible y procurando no hacer apenas ruido a la hora de caer en Ukemi, lo que generó un tranquilo silencio en el tatami, en mi opinión, perfecto para practicar Aikido.
Todo el entrenamiento giró en torno al Kokyu Nage que podemos ver en la imagen que hoy ilustra el post. Trabajamos desde Gyakku y Ai Hanmi Katate Dori y Ushiro Ryote Dori. En todo momento nos centramos en la primera captación para darle la máxima fluidez a la técnica.
Para terminar, y también desde Ushiro Ryote Dori, dos variantes de Ikkyo muy relacionadas con la ejecución del Kokyu Nage anterior, cada una a un brazo diferente de Uke, siendo la segunda la menos usual ya que el Ikkyo se aplicaba al brazo con el que Uke se protege de un posible Atemi.
Buenos, Días, Guillermo,
ResponderEliminarMuy buena clase, con foco en esta modalidad de Kokyu Nage, que me gusta mucho.
Muchas gracias por compartirla.
Abrazo.
A mi también me encanta Ricardo, sobre todo desde Ushiro Ryote Dori, me parece una síntesis del Aikido perfecta.
EliminarUn abrazo.