Crónica del espectáculo de Taiko y danza celebrado en Pamplona el 8 de marzo 2014

Casi veinte días después de haberse celebrado, por fin he encontrado un hueco para colar la crónica de lo que fue el espectáculo de Taiko y danza que se celebró el pasado 8 de marzo en el civivox de Mendillorri.

Lo mejor de todo, sin duda, fue mi acompañante, en este caso mi madre, y mira que ninguno de los dos somos de ir mucho a espectáculos, y mucho menos juntos, que yo recuerde desde el tributo a Elvis en Baluarte, allá por septiembre de 2011, no habíamos vuelto a coincidir en una de estas, pero la ocasión merecía la pena.

El caso es que nos fuimos hasta el auditorio, no había estado nunca y me pareció pequeño aunque muy acogedor, más que suficiente para un barrio de Pamplona, y finalmente por lo empinado de las escaleras, Asun ya tiene una edad y no está para muchas escaleritas xD, decidimos quedarnos en la última fila con una excelente perspectiva de todo el escenario. Por contra salieron unas fotos horribles con el móvil por la distancia, pero alguna ya se ha conseguido salvar.

El evento estaba muy bien hilado, pasando del Taiko propiamente dicho a la danza, al canto, la flauta, e incluso fusionando algunos de los elementos de forma muy entretenida y amena. No olvidemos que somos público occidental y como no consigas entretener, se te puede ir todo al garete en un momento.

Chieko Kojima, venida desde Japón, fue la encargada de dar vida a la parte de danza, aunque también le daba a la percusión con una habilidad increíble, una delicia verla sobre el escenario.

Yuta Kato, nos visitó proveniente de Estados Unidos. Percusionista principalmente, también se encargo de la flauta. Muy curioso todo lo que contó en la pequeña entrevista que le hicieron, como por ejemplo que pertenecía al único grupo de fuera de Japón que había participado en el campeonato mundial de Taiko y lo había ganado.

Y el trío artístico lo completaba el grupo Seiwa Taiko, afincados en Barcelona y único grupo de Taiko actualmente en España. Nos recordaron lo importante que es para ellos poder acudir a este tipo de espectáculos y darse a conocer, ya que eso les ayuda poco a poco a crecer y mostrar el arte del Taiko en más lugares donde quizás es un auténtico desconocido a día de hoy.

Ya se que mi opinión no importa nada por estos lares, pero si os digo que a mi madre le gustó mucho y que disfrutó como una cría, sobre todo con la parte final donde el público colaboraba con el espectáculo gritando unas palabras en japonés, pues no os quedará más remedio que creerla (mi madre es como la prueba del algodón, no engaña) y aprovechar cuando tengáis ocasión para acudir a uno de estos eventos.

Para terminar os dejo unas pocas fotos rescatadas, aunque mucho me temo que en esta ocasión una imagen no valdrá más que mil palabras...