Tras
despertarme por la mañana sin haber dormido más de un par de horas ya que los
compañeros y compañeras de Wingchun cambiaron el horario de la clase del sábado
para que pudiera asistir tras mi ultimo día de trabajo, como no, me toco pelear
contra todos los asistentes al entrenamiento que ese día fueron 6. Así que tuve
seis combates seguidos de dos minutos cada uno. Al terminar, nos fuimos a cenar
y a la discoteca hasta tarde!!!
Una
vez en el aeropuerto, me toco esperar ya que la compañía aérea tuvo retraso, mis
amigos chinos dicen que con esta compañía, spring airlines, puedes llegar una
hora tarde al aeropuerto y no pasa nada (tienen razón).
Primera
parada del viaje: Kunming
Kunming
es la capital de Yunnan y un magnifico punto de partida para distintas rutas.
Como estamos en el sur de la China, el clima es tropical, aunque la ciudad está
casi a 2000 metros de altura y eso “suaviza la temperatura”.
Lo
primero que hice al llegar a la ciudad fue buscar un hostal para pasar la
noche. Tenía uno en mente pero imaginaros como me quedé cuando al llegar al
sitio tras andar bajo el ardiente sol, me encontré con un solar lleno de
escombros, Lo tumbaron hace unos meses!. Así
que fui por allí preguntando donde había algún hostal de mochileros y me indicaron
uno que se llama The Hump. Una vez solucionado esto, me fui de turismo.
Yendo
hacia el sur de la ciudad, encontré las pagodas gemelas del este y el oeste.
Estando separadas por unos escasos 200 metros, es curioso como la del este está
rodeada de jardines y todo muy bonito mientras la del oeste está un poco más
dejada sin ningún tipo de cuidados. Luego
me fui hacia el norte a perderme por la ciudad. A la hora de cenar, fui en búsqueda
de un plato muy típico de la zona, los llamados en ingles cross-bridge noodels
y que estaban buenísimos, pero por ser un plato típico, me costó encontrar un
sitio donde lo cocinaran, tuve que preguntar a 8 restaurantes antes.
Tras
pasar una noche calurosa y terminar un poco devorado por los mosquitos, me
desperté a las 7:30 para marcharme cuando unos hermanos chinos que había
conocido la noche anterior y compartían habitación conmigo, me preguntaron
donde iba, al ver que nuestros itinerarios coincidían, nos fuimos los tres a la
estación del oeste para ir a Dali.
El
viaje duró cuatro horas con una parada por el camino para comer algo. Al
llegar, el autobús nos dejó en la nueva Dali donde cogimos un bus urbano que
nos llevó a la ciudad vieja. Una
vez allí, nos fuimos a hospedar al Jade Emu/ Roo, el precio de este como el
anterior y el resto de hostales a los que he ido, unos 4€ por noche.
Dejamos
las mochilas y nos fuimos a ver la ciudad. Dali, una vez la capital de Yunnan
fue centro de muchas batallas y en consecuencia quedó destruida, aunque
después de la revolución cultural se reconstruyó manteniendo la arquitectura
original. La ciudad que se puede recorrer andando sin problemas, se encuentra
flanqueada por el este por el lago ErHai y por el oeste por la cordillera de la
montaña Cangshan, está a 2000 metros de altura y las temperaturas son similares
a Kunming.
Primero
nos fuimos hasta las tres pagodas y la zona de los templos de ChongSheng.
Llegamos a una hora para que cerraran y nos recomendaron no entrar porque se
necesitan al menos dos horas para visitar la zona. (Tenían razón, dos horas si
vas a saco). Así
que terminamos el día dando una vuelta por la ciudad, cenando y disfrutando de
la arquitectura y un parque que había en su interior.
Al
segundo día, los hermanos se fueron a visitar otro pueblo y yo me fui con otros
cuatro mochileros a dar una vuelta por el lago, como que una de ellos era
china, contratamos a un guía local que nos llevó alrededor del lago visitando
pequeños pueblos y zonas más escondidas. Primero
visitamos un mercado donde había de todo y vimos como hacían queso y pasta de
arroz. Luego
nos pasamos por una casa donde utilizan una planta de la zona para crear tintes
azules. Seguimos
girando en sentido a las agujas del reloj alrededor del lago llegando a un
templo plenamente funcional. Estaban quemando ofrendas en la entrada mientras
en el interior todo estaba muy bien cuidado. Un par de mujeres estaban poniendo
y quitando ofrendas a las deidades, al apartarse del altar, se acercaron
a nosotros y nos ofrecieron parte de esa comida que había servido como ofrenda,
en un principio no parecía buena idea, pero el conductor nos dijo que comer
este tipo de comida se considera que trae muy buena suerte, así que aceptamos
unas galletas de arroz fritas que la mujer nos ofreció. Seguimos al conductor
hasta una esquina del templo, donde nos enseño lo que bauticé como LA COCINA DE
LOS DIOSES!! (Con voz profunda y resonante) se trataba de una zonas llena de
fogones y cacerolas al estilo wok para cocinar las ofrendas y presentarlas a
las deidades. También las mujeres que cocinaban nos invitaron a comer con
ellas, pero amablemente declinamos la oferta y seguimos con nuestra ruta.
Por
toda la orilla del río había pequeñas embarcaciones pescando y secando pescado
y pequeñas gambas al lado de la carretera. También por el camino, hemos
encontramos plantas de marihuana que tomaban el sol tranquilamente. Eso es
debido a que hace un tiempo hubo una gran explosión en el uso de esta planta
con fines recreativos, aunque hará ya unos años, el gobierno tuvo que
poner algo de freno al asunto. Tras hacer
otra parada para comer y hacer algunas fotos, terminamos dando la vuelta al
lago. Al
llegar cerca del Hostal, le pedí al conductor que me dejara un poco más
lejos, donde las tres pagodas.
Cuenta
la leyenda, que las tres pagadas fueron construidas para proteger la zona de
dragones, como que no se ha visto ninguno, habrá funcionado... fueron
construidas entre el 824 y el 950 DC y han permanecido en pié aún habiendo sufrido
distintos terremotos en la zona que destruyeron otros edificios. Son
simplemente impresionantes y algo que sin duda no hay que perderse si os gusta
este tipo de arquitectura, igual que toda la zona del templo de ChongSheng que
se encuentra detrás de las pagodas y que fue el templo real del reino de Dali y
uno de los mayores centros budistas del sudeste asiático. El templo consta de
muuuchos edificios, uno detrás de otro, y separados por distintas puertas y
escaleras que suben hacia la montaña. En cada uno de estos edificios hay
distintas estatuas de distintas deidades, algunas de hasta doce metros de
altura o más. Llega un momento en el que parece que el final del recinto no
llega nunca, ya que después de ver un edificio, das la vuelta y detrás de este,
a unos metros hay otro. Cuando llegas al final, si llegas, porque hay mucha
gente que no llega a arriba del todo, hay una torre que sirve como mirador y
donde se ve toda la ciudad con el lago de fondo.
Tras
todo esto y teniendo que salir rápido del recinto porque ya cerraban, volví al
hostal para cenar algo rápido y preparar el siguiente salto de ciudad. Descubrí
que la mejor manera para comprar billetes de tren o autobús, es hacerlo a
través del propio hostal sin necesidad de ir a ninguna estación antes.
Que guapa la despedida y muy interesante tu viaje aventurero, gracias po compartir todos los hermosos sitios que visitas Adriá
ResponderEliminarun abrazo
Y ya veras las otras dos partes que quedan por publicar, una pasada el viaje de Adrià.
EliminarUn abrazo Carina.
Hola, Guillermo,
ResponderEliminarQue interesante y rico recorrido, debe ser fantástico.
Que las otras partes vengan rápido.
Gracias por compartir.
Abrazo
Un poco de paciencia para el resto de la aventura, cada cosa a su tiempo... xD
EliminarUn abrazo Ricardo.