Hace mucho, mucho tiempo atrás, en un post muy lejano, os hablé del aikidoka camaleón, podéis recordarlo pinchando aquí. En aquel post os prometí hablar otro día del aikidoka correcaminos, pues bien, lo prometido es deuda, y aunque un poco tarde, aquí está.
El aikidoka correcaminos se caracteriza por una velocidad de arrancada inusitada para las condiciones físicas de lo que viene a ser el "aikidoka estandar", más tranquilo y relajado sobre el tatami.
El aikidoka correcaminos está en la parte superior de la pirámide de práctica del aikido. Él siempre elige con quien practicar y nunca se da el caso contrario. Además se produce la extraña paradoja de que casi en el 100% de los casos su víctima suele ser el Uke que acaba de mostrar la técnica junto al Maestro que imparte el curso.
Cuando la víctima del aikiminos, lo llamaremos así para abreviar, levanta la cabeza después del saludo protocolario tras mostrar la técnica, se suele encontrar plantado frente a él al aikiminos, dispuesto a sentir en sus carnes de primera mano lo que se acaba de explicar. El aikiminos consigue esto con años de práctica, logrando combinar el saludo y el despegue vertical en un solo movimiento, lo que le permite estar en pie segundos antes que el resto de humanos congregados sobre el tatami, lo que le da una ventaja excepcional a la hora de divisar y seleccionar su próxima presa.
Por lo general suele ser un practicante inofensivo, excepto en los que combinan su condición de aikiminos con la de un cuadro crítico de ansiedad, momento en el cual la víctima se sorprende al levantar la cabeza y encontrase inmediatamente con el ataque del aikiminos, casi no teniendo tiempo para la reacción. Hay que tener en cuenta que el aikiminos ya lleva una eternidad en pie acechando y lo que para el resto son unos segundos para el sistema nervioso del susodicho pueden parecer horas de espera.
Puede darse el caso que haya una anomalía espacio-tiempo y coincidan sobre el mismo tatami dos o más aikiminos, en este momento no hay enfrentamiento alguno, si algo caracteriza al aikiminos es su capacidad de compartir, con lo cual la víctima seleccionada se verá al momento rodeada de aikiminos, cual partida de caza de velocirraptores, dejando seguramente en algún otro lugar del tatami a otro practicante desemparejado.
Por último recomendar a Usain Bolt, cuyo mayor problema ha radicado siempre en la salida de las carreras, que si tiene oportunidad, se pase por un Dojo de Aikido donde haya algún aikimino, estoy seguro que puede mejorar la salidas junto a él y volver a pulverizar records mundiales como si no costara...
Algún día os hablaré del "aikidoka de la tienda del chino", pero esa ya es otra historia...
Muy bueno, jajaja... Gracias por amenizar así la mañana del lunes!! Buen día y buena semana!
ResponderEliminarMuchas gracias Javier, me alegra haberte sacado una sonrisa el Lunes por la mañana, buena semana para ti también!
EliminarUn abrazo.
jajaja Guillermo, muy buena observación, lo has descrito muy bien, gracias,
ResponderEliminarun abrazo
Veo que por las islas también hay aikiminos, eh? xD
EliminarUn abrazo Carina.
Si hay de toda clase de criaturas en las islas también, jajaja
EliminarY que m dices del aikimachote??ese que en los cursos y seminarios anda buscando una victima (casi siempre alguien de menos nivel)con quien medir su calidad tecnica al cual acaba haciendo dano o lesionando....creo que tod@s hemos sufrido alguna vez su "ataque"o no guillermo??buen dia txemi.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero ese no entraría en la sección de humor del blog!
EliminarUn abrazo Txemi.
Moraleja: un buen aikidoka no debe poseer una buena forma física ni entrenar con los ukes del maestro.
ResponderEliminarMe equivoco?
Pues yo no sabría decirle que hace falta para ser un buen aikidoka, pero si me permite el consejo, estimado anónimo, para vivir la vida plenamente hace falta sentido del humor, mucho sentido del humor, y si se puede en puñados de a diez.
EliminarUn saludo.